miércoles, 27 de mayo de 2020

EL PURGATORIO PUENTEALTINO


Jota Jota Conus



Quien leyó atentamente El Infierno Puentealtino se habrá dado cuenta que se omitieron hitos importantes de nuestra comuna, como por ejemplo, El Cristo Negro, y que otros  hechos dignos de mencionar en un libro con este título sólo fueron tratados de manera superficial como es el caso de Hans Pozo, cuyos trozos corporales, como bien recordará, aparecieron repartidos en distintos lugares del Puente Alto infernal. La oscura figura religiosa fue excluida debido a que su simbología está en directa relación con la comuna de Pirque. Fácilmente se podrá refutar  que esta no es una razón suficiente para no haberla incluido, aunque fuera de forma somera, considerando, incluso, que el narrador protagonista de dicho texto literario en el cuento titulado “El guitarrón satánico” se enfrenta al mismísimo Diablo en lo más recóndito del campo pircano, es más, se viajó más lejos al mencionar San José de Maipo en el cuento “La búsqueda”. Esta decisión fue totalmente consciente por parte de su autor y obedeció al enorme deseo por desarrollar un segundo libro en donde se incorporen más elementos de las otras dos comunas, estableciendo de esta manera una apertura cultural, sobre todo literaria, que abarque en un sistema armónico el patrimonio de nuestra Provincia Cordillera. En el caso del joven de La Pintana la alusión fue explícita en el primer párrafo, luego a través de una cita de José Ángel Cuevas en donde se señala que el único lugar en donde merecen ser repartidos los fragmentos de Hans Pozo es Puente Alto, también cuando se menciona su alma, y por último, casi al finalizar el libro, cuando el narrador protagonista indica que durante la noche se pegó un antenazo frente a la animita de este cauro.


Es necesario señalar que este segundo libro en cuanto a dimensiones se refiere, tendrá una envergadura mucho menor que su antecesor y ello porque se considera que cada vez es más urgente la necesidad de establecer un cambio en nuestra educación, es decir, utilizando un chilenismo “la vamos a hacer cortita”.  Es por ello que el presente trabajo está dedicado a todos los docentes de Chile, pero sobre todo a aquellos profesores de Historia y de Lenguaje que trabajan en la Provincia Cordillera… sigamos en Puente Alto. Estábamos en Hans Pozo.

Recuerdo… y aquí comienza a fallar la memoria, en relación al año exacto en que se realizó el evento, que el Profesor Jaime Campusano, más conocido como el Profe Campusano, ganó en la categoría adulto (de 20 a 99 años) el concurso literario, organizado por la Municipalidad de Puente Alto, “Puente Alto en 500 palabras”[1].  Este consistió en utilizar un mínimo de 300 palabras y un máximo de 500 para escribir un cuento infantil relacionado con nuestra comuna. Intenté participar, pero me pasó lo de siempre, cuando se limita la cantidad de palabras en mis creaciones, como el caso del concurso Santiago en 100 palabras, por ejemplo, me siento encajonado y la libertad se coarta, así como el vuelo imaginativo y en determinados momentos  comienzo a mutilar mi trabajo para encasillarlo en algunos puntos de las bases. De todas formas lo intenté, sin embargo, ante el desastroso y vergonzoso resultado final, decidí no enviarlo. Ahora es el momento  de dar a luz este bodrio y de pedir disculpas después de que lo lea:

Hace poquísimo tiempo en un lugar muy cercano vivía Hans. Él hacía todas las tareas que le daban en el colegio, compartía los juguetes con sus amiguitos, se cepillaba los dientes después de cada comida y se bañaba todos los días sin importar que el agua estuviera caliente, helada o tibia. Sus padres  se sentían muy orgullosos por el hijo que habían criado y como se portaba tan bien le daban muchos premios, entre los que destacaban  pelotas, bicicletas y videojuegos.

            Atraídos por todos los juguetes, los niños de otros lugares pronto entablaron una estrecha amistad con él y las invitaciones para que fuera a jugar con ellos no se hicieron esperar. Pero Hans antes de aceptar,  preguntaba con una reverencia:

 Benditos padres, ¿puedo jugar con mis nuevos amiguitos?

-Bueno, Hans, pero no te vayas tan lejos. Y recuerda no aceptar nada de extraños.- le decían sus padres.

 Al principio todos se divertían, compartiendo hasta quedar exhaustos, día a día, pero de un momento a otro  se aburrieron:

-¡Tus juguetes ya no nos gustan! ¡Preferimos jugar con la churri!- le gritaron con enfado al ejemplar Hans.

-¿Qué es la Churri?- preguntó inocentemente el niño.

-Es nuestra amiguita secreta, ¿quieres conocerla?

            Hans pidió que se la presentaran. Al hacerlo, inmediatamente apareció entre medio de una densa polvareda, el Hombre de Negro, quien entregó al niño un encendedor, acompañado de una pipa con un polvo amarillento, y le  pidió que la fumara. Al hacerlo, Hans sintió que  por unos segundos volaba y pidió  que le dieran más, pero el Hombre de Negro  le dijo que si quería más debía regresar al día siguiente, y así lo hizo, todos los días Hans volvía por más y más y mucha más  churri. Al entrar en íntimo contacto con aquella droga, cambió completamente: no asistía al colegio, se le cayeron  los dientes, no se bañaba y ya ni siquiera llegaba a casa. Lo único que le importaba era volar con la   churri.

De tanto fumarla, un día se acabó la droga, por lo tanto el Hombre de Negro tuvo que salir en busca de más. En la soledad, y ya con los pies en la tierra, Hans recordó los felices días junto a sus padres, cuando iba al colegio, jugaba sanamente con sus amigos, y decidió aprovechar la ausencia del malvado para escapar, pero cuando se disponía a hacerlo  se encontró frente  a él. Al percatarse que Hans huía, corrió tras él y al darle alcance extrajo un cuchillo de su bolsillo y  empezó a dar golpes a diestra y siniestra,  cortando el cuerpo de Hans en innumerables trozos que luego metió en un saco y que decidió esconder uno por  uno en algunos lugares  de Puente Alto y de esta manera  fueron a dar a distintas partes de nuestra comuna transportadas sobre todo por el hocico de juguetones perros hambrientos: un dedo se encontró en el Cerro La Ballena, una oreja en la Villa Nocedal, un pie en Eyzaguirre,  la nariz en  Domingo Tocornal.  De Hans ese fue su trágico final.

Por eso niños, tengan cuidado con la droga, si no  lo hacen aparecerán descuartizados y repartidos  por Puente Alto, tal como le ocurrió a nuestro queridoprotagonista. Esta es una historia real. Muchos de ustedes no lo creerán. Si así  es, pídanles a sus padres que los lleven a pasear por la población Marta Brunet, pues ahí encontrará la animita que recuerda el sector en donde apareció   una mano y un pie de  Hans.

¡Penca la güeá!... Más encima, al transcribirlo, altiro me acordé de La corbata del Diablo, texto que aparece en El Infierno puentealtino. Nuevamente se está repitiendo la misma temática. Debo confesar, ya que hace rato que estamos en confianza, que al plasmar este texto me dolió la guata y que incluso un par de peos calduos se me salieron en el acto. Pero esta vez no me internaré en la pobla para pegarme sus cachimbazos…eso ya fue. En esta oportunidad  desarrollaré otro trabajo para expandir mi mente y por eso tomé la Metrobús setenta y cuatro y  pasé todo el día en Pirque. Al regresar a casa escribí el siguiente texto con la gran ayuda de un poema que encontré en Facebook. Ya. Sin más que agregar,  invito a leer a usted el estudio que se originó después de ese paseo:


PIRQUE INSPIRADOR

 

Pirque: pueblo lleno de belleza

Rosa Caro

 

El mismo puente día a día.

Te miro y no puedo dejar de conmoverme.

Agradezco porque tan solo  existes,

mas aún  no he podido recorrerte.

 

Causas un  placer que embriaga.

Llena de  ostentación saboreo tus viñedos,

En  todo eres hermosura.

Aire que libera mis pulmones

y dispersas mis tristes emociones.

 

Allí,  la gente campesina,

que aguarda en el tiempo

los meses de  vendimia,

cantores, payadores.

La tierra se ilumina

cuando todos peregrinan.



[1] https://www.mpuentealto.cl/descargas/documentos/Puente_Alto_en_500_palabras.pdf


Por las noches tu silencio, grillos,

las aves están dormidas

y a ratos el Raco  despeina

a los  árboles centenarios.

Caen las hojas  y besan tus pies divinos.

 

El viento cálido te susurra al oído

el amor que te profesa,

las  aguas cristalinas que bajan por tus venas

tan gélidas  rauda al mar,  su destino.

 

Grandes rocas fueron creadas

y los siglos fueron poniéndolas

una a una en el río, sus orillas

como si fueran niñas,

bañándose en días de primavera.

 

Deseo caminarte

y no morir sin conocerte.

Quiero recorrerte,

paso a paso.

Descansar en tus verdes hierbas,

dejar que el tibio sol  me cobije.

Sentirte  en mi  piel canela.

 

Te he escuchado en la noche más oscura.

Tus palabras en torrentes me bañan.

Te vierto en mis hojas, te difundo, te publico.

No me canso en dedicarte

mis más profundos poemas .

 

 

            Antes de desembocar directamente  en las palabras del poema que introduce el presente trabajo, desde un comienzo debo señalar que uno  sus objetivos es enseñar, con la ayuda de una redacción sencilla,  algunos conceptos básicos utilizados en los estudios literarios y el hablante lírico  corresponde a uno de éstos. Éste  se define como la voz ficticia que entrega  emociones, sentimientos y pensamientos a través del lenguaje. De ningún modo debe confundirse  con el poeta, quien corresponde  al ser humano  que escribe el poema. La misma tarea debe realizarse  con los conceptos de narrador y autor debido a que el primero corresponde  al ser ficticio que relata los hechos que le ocurren a un personaje (puede ser el mismo) en un espacio y tiempo determinados, mientras que el segundo es quien escribe el cuento, la novela, la fábula, etc. Como puede inferir, el hablante lírico y el narrador corresponden a una de las tantas creaciones del poeta y del autor, respectivamente.

 

            Para aclarar la exposición del párrafo anterior, permítaseme la libertad de citar algunos ejemplos. Si yo, quien escribe, la “persona de carne y hueso”,   soy un poeta y escribo los siguientes versos (¡Que todos me disculpen!) “Te calmo / Estoy preocupada / El diablo / Me ha dejado embarazada” y usted, queridísimo(a) lector(a), ríe a carcajadas o por lo menos sonríe, o bien, manifiesta algún sentimiento de desagrado debido a que ha dudado de mi sexualidad quiere decir que aún no nos estamos entendiendo y  me veré en la grata obligación de transformarme en un autor, cuyo narrador comienza su relato de la siguiente manera: “El fin de semana pasado fui con mi familia al planeta Saturno y echamos una carrera en cada uno de sus  anillos”. Con respecto al poeta, a quien llamaré cariñosamente Jorge Jeria Conus, afirmo de manera irrefutable que es de sexo masculino, por tal motivo, no posee ni los óvulos ni los ovarios ni las Trompas de Falopio, entre otros elementos propios del aparato reproductor femenino, que le permitan embarazarse. Por mucho que lo quisiera. Con esto pretendo aseverar que el poeta puede crear un hablante lírico que corresponda a lo que dicte su imaginación y según las necesidades y objetivos que persiga puede ser un ente ficticio perteneciente al sexo femenino como una mujer, o un perro,  un gato,  un árbol, un molinillo, un automóvil, etc. Lo mismo diré del autor, pues éste puede crear un narrador que viaje al Amazonas, al Sol, al Cajón del Maipo o hacia el centro de la Tierra, sin necesidad de moverse de su escritorio. Simple conclusión y al grano: no debemos confundir los conceptos… ¡Ya!, ¡No me molesten!...  Algunos siguen sin comprender… ¡bueno, ya!, ¡cuando quieran les doy un hijo!.. Un beso para todos ustedes… ahora, pongámonos serios.

 

Antes de continuar debo hacer tres aclaraciones: En primer lugar,  que me resulta absolutamente  imposible leer este texto poético con una actitud meramente estética, sin preocuparme por el contexto biográfico de Rosa Caro, pues la conozco gracias a las interesantes conversaciones que hemos sostenido por medio de  Internet, las cuales  me han entregado datos que no puedo omitir a la hora de enfrentarme a su creación, pues considero que me permitirán dar un sentido más exacto y completo que el otorgado por una lectura concentrada única y exclusivamente en elementos estilísticos y temáticos. En segundo lugar, que  para evitar problemas debería pedir disculpas a los lectores y a la creadora de este texto por mutilarlo, (“destruirlo” dice mi amigo, el poeta puentealtino Erasmo Dominguez Santibañez ), pero no lo hago porque estoy completamente seguro de que se leerá como obligatoriamente corresponde, es decir, en su totalidad, lo cual permitirá entregar un sentido que guiará al lector hacia nuevos caminos que respaldarán, complementarán, corroborarán o refutarán lo afirmado no solo en este estudio,  sino en otros  que componen esta  empresa, ya que los análisis e interpretaciones que entregaré por ningún motivo se agotarán en el presente trabajo. Por último, y en relación a las dos actividades que llevaré a cabo para acercarme al poema  Pirque: Pueblo lleno de belleza, cabe precisar que estableceré una correspondencia entre el hablante lírico y su creadora Rosa Caro. Recordará, que más arriba he señalado que el poeta, en este caso la poeta o poetisa, inventa una identidad lírica para manifestar perspectivas personales que por medio de la palabra reproducen deseos, frustraciones y emociones de la persona real. En este caso, dicha identidad, la veo similar a la de la poetisa por las asociaciones que verá a continuación:

 

El primer verso “El mismo puente día a día”, no nos es difícil suponer que se refiere a la vía construida sobre el río Maipo,  la cual  une Puente Alto y Pirque, vale decir, al puente San Ramón[1].  Como  puede apreciar, desde un comienzo, recurro a la realidad extraliteraria a partir del verso citado, pues creo que nos habla en forma indirecta de esa monotonía que forma parte importante de la rutina diaria  desarrollada por Rosa Caro para trasladarse desde Puente Alto hasta la comuna que, con el poder de la palabra se transforma en el  objeto lírico[2] de su poema, con el objetivo de   efectuar  aquellas labores de servidumbre que le permitan aportar con el techo, el abrigo, la educación y la alimentación de su familia. Efectivamente, en Pirque ella trabaja como ejecutiva de ventas de lunes a sábado, pero para la creación del poema y por medio del hablante lírico manifiesta la frustración que siente todos los días debido a que no puede conocer los infinitos rincones de esta hermosa tierra[3]. Afirmo lo anterior, porque considero, buscando el motivo, la causa o el motor de este poema, que su creación literaria obedece a la imposibilidad de disfrutar empíricamente de Pirque producto del agobio provocado por el ajetreo laboral. Sin embargo, hay una liberación que le permite escapar de este esclavizador infortunio, la cual es, según el hablante lírico, insisto en el concepto, otorgada por la existencia de este mismo lugar, pero, y he aquí lo vacío del deseo, no encuentra satisfacción, pues no ha podido conocerlo como quisiera “No he podido recorrerte”, “Deseo caminarte / y no morir sin conocerte / quiero recorrerte / paso a paso (…)”.

 

            Uno de sus anhelos es reposar en esta especie de locus amoenus. Aquí, necesariamente debo detenerme para explicar al lector no emparentado con los conceptos literarios, que esta palabra latina corresponde a un tópico que se traduce al castellano como lugar ameno: un espacio ideal  semejante al paraíso del Edén, con ríos cristalinos que bajan desde las nevadas cordilleras para alimentar a los verdes valles  en donde reposan los animales  bajo las refrescantes sombras de los frondosos árboles. Un territorio, se deduce, apto para la reflexión. Para ejemplificar este tópico literario se recurre frecuentemente al Canto del personaje Nemoroso creado por el poeta español Garcilaso de La Vega “Corrientes aguas puras cristalinas / árboles que  os estáis mirando en ellas, / verde prado  de fresca sombra lleno”[4].No  podemos negar la semejanza entre estos versos y los de Pirque: pueblo lleno de bellezas, “las aguas cristalinas que bajan por tus venas”, “descansar en tus verdes hierbas”. Además,  la presencia del río,  la flora y la fauna, refuerzan la idea  de que nos encontramos  con elementos pertenecientes al locus amoenus. 

 

            No cabe duda de que la poeta realiza, aunque solo sea en parte,  una idealización de Pirque, pues el principal río, ese que pasa bajo el  San Ramón, y que nutre sus tierras, es oscuro,  tal como afirma Benjamín Subercaseaux “El Maipo, con la erosión de su corriente, ha carcomido el terreno, y el puente se lanza de una ribera a otra por encima de unas aguas turbias y rojizas y que corren allá abajo en lo hondo”[5]. Pero como señalé, no lo hace en su totalidad, ya que en la realidad extraliteraria, la comuna que suscita nuestro interés posee aguas cristalinas que le otorgan connotaciones edénicas. Por ejemplo, en el sector de la Reserva Nacional Río Clarillo, entre las riquezas de su flora y su fauna  manifestadas por las más diversas especies que existen en el lugar, es posible disfrutar de los lunes, quillayes, peumos, espinos, maquis, ligues, canelos, arrayanes, guayacanes, cactus,  cachuditos, torcas, royaditos, fíos-fíos, zorzales, tencas y un largo etcétera[6]. Lamentablemente,  variedades como éstas no son mencionadas por el hablante lírico, ya que las ignora  debido a que no conoce el lugar. Cuando nos habla de la flora, lo hace solo en forma general “a los  árboles  centenarios”. Sin embargo, existe una excepción,  representada por los viñedos, en donde veo un tratamiento poético más elevado en comparación con el resto del poema “Causas un  placer que embriaga/ lleno de  ostentación saboreo tus viñedos”, “Allí  la gente campesina /que aguarda en el tiempo / los meses de  vendimia / cantores, payadores, /la tierra se ilumina /cuando todos peregrinan” y es lo que realmente merece debido a la importancia de este paisaje cultural  para la identidad de la zona.  En cuanto a la fauna, se reitera la denominación general “las aves están dormidas” y en forma particular sólo aparecen esos insectos  llamados  grillos. Nada más se nos dice al respecto.

 

            En relación a la hermosura de la comuna, muchos estudiosos hacen hincapié en ella.  Según Carlos Ruiz – Tagle, Pirque es “Un valle rodeado de altos cerros (…) tiene una naturaleza muy especial y una botánica de veras atrayente. Las quebradas cuentan con muchos árboles autóctonos. Los peumales, los quillayes son hermosísimos y los arrayanes imperan a la orilla del estero”[7]. María Adriana Fernández dice que “El concepto de vegetación rodea  al pueblo y se introduce en él, dejando algunos rincones de mucha belleza. El panorama del lugar – con el cerro por el sur – la cordillera al Oriente, el río Maipo y campo hacia el Norte y el Poniente tiene mucho atractivo”[8]. Todas estas características provocan un hechizo en el ser humano, el cual lo lleva a visitar estas tierras desde hace muchísimos años en forma constante. Algunos documentos históricos contenidos en la Antología de Pirque así lo demuestran.[9]   Esta seducción también se manifiesta en el plano ficticio a través de la literatura, por ejemplo en la novela El Chupacabras de Pirque, el personaje llamado Edmundo cuando “quiso alejarse del ruido y del esmog de la ciudad recorrió casi todo Pirque buscando una parcela bonita y amplia”[10] y su protagonista, Ricky, mientras iba “sentado en la parrilla trasera, disfrutaba del paisaje rural a esa hora tan temprana. El sol se filtraba entre el follaje de los almendros, los sauces llorones y los plátanos orientales, en cuyas ramas los pajarillos se encargaban de darle la bienvenida a la mañana con sus cantos”[11].

 

            Pero volvamos a Pirque: Pueblo lleno de belleza. He afirmado  que la poeta, a través de su creación imaginaria manifestada con las palabras, nos entrega su sueño, el cual consiste en  conocer esta tierra, pero sufre la destrucción de su expectativa  al no cumplir su anhelado deseo. Este estado se manifiesta, a mi entender, con las menciones generales  que se realizan de la flora y de la fauna.  De esta ignorancia es autoconsciente, sin embargo, y he aquí la paradoja, están presentes muchos elementos que caracterizan a Pirque, como el paisaje cultural que representan sus viñedos, la breve mención de algunos artistas como es el caso de los payadores y de  los cantores populares y  la personificación de ese cálido viento que, como bien indica Ruiz - Tagle  “algunos dicen que proviene de la pampa argentina y  baja por el Cajón del Maipo para templar el invierno”[12], el cual  despeina a los árboles y le declara su amor a la zona. Pero esto solo lo mencionaré someramente, por dos razones, primero, porque el tema de las viñas, de los músicos y del Raco merecen estudios especiales que desarrollaré más adelante y segundo, porque  lo  importante en este trabajo, lo que en realidad me interesa por el momento, es buscar el origen de estas tierras para muchos paradisiacas que inspiran a Rosa Caro para crear un texto poético  que las presentan similares a las del locus amoenus, y esto, debido a que el territorio no siempre ha tenido estas cualidades, pues antes lo conformaban, en su mayor parte, tierras de secano, es decir, aquellas que no poseen riego, a excepción de las ofrecidas por las lluvias. Al respecto, Manuel Miquel señala que la hacienda de Pirque

 

“(…) era no ha muchos años inculta, ocupadas sus 3.700 cuadras de terrenos planos por espesos montes de peumos, litres, quillais, espinos, i labrada solo en aquella parte  donde se podía aprovechar el riego que la suministraba el riachuelo Clarillo, el cual corría a alguna distancia del conjunto principal de esta posesión. Este estado de aridez en sus tierras mejor situadas (…) no provenía de la incuria del propietario sino de la carencia completa de aguas que regasen i fertilizasen los terrenos secos i enjutos que eran los que constituían su mayor parte (…)”[13].

             Más adelante, se afirma que estas tierras las limitan las aguas del río Maipo, pero que fluyen por hondas y profundas quebradas  a grandes velocidades, mientras que Pirque se encuentra en planicies y cerros muy superiores al cauce del mencionado río. Entonces, cabe preguntarse: ¿Qué o quién produjo el cambio en la zona? ¿Qué o quién transformó las desérticas   tierras en maravillosos paisajes  con los cuales se deleitan  un sinnúmero de personas? ¿Alguien lo sabe?

 

                   LA PRESENCIA DEL DIABLO EN EL CANAL DE PIRQUE

Según mis creencias, existe una sola  respuesta para las preguntas que se plantean al finalizar Pirque Inspirador y esta es “El Diablo”. Los lectores que ya conocen gran parte de la historia de este lugar insistirán en afirmar  que se debe a la gestión de Ramón Subercaseaux Mercado, pero permítanme decirles que sin la ayuda del maligno personaje habría sido prácticamente imposible llevar a cabo la construcción del canal.

           

            Ramón Subercaseaux fue uno de los propietarios de este territorio, quien “(…) no pudo sufrir por largo tiempo esa burla continua que le hacía el Maipo con el ruido de esa turbia i sonante corriente”[14] y decidió   conducir sus aguas  hacia la hacienda pircana por medio de un canal, cuyas obras de construcción se iniciaron bajo sus órdenes a partir del año 1834[15] . Esta tarea fue considerada una locura por la mayoría de la gente, pues se debía cavar el resistente mármol y cortar profundamente las montañas. Además, los obreros se mantenían en pie solamente amarrados  para no caer  en los hondos abismos donde aún fluye el río, los cuales tenían 70 metros de profundidad aproximadamente.  Esta maravillosa, sorprendente e inexplicable construcción dio nacimiento a la leyenda “El pacto del diablo con don Ramón Subercaseaux.”, la cual cito a continuación:

 

“Es una de las más conocidas  leyendas de esta zona junto con la de El casillero del Diablo de la viña Concha y Toro. Basada en el asombro de quienes aún no creen que las aguas del canal La Sirena puedan  ascender por las laderas de los cerros para regar el valle de Pirque, como se ve desde el camino a San José de Maipo.

 

Don Ramón Subercaseaux, un personaje de la historia de Pirque, fue dueño de gran parte de estas tierras e impulsor de su progreso. En aquella época las tierras eran de secano no permitiendo grandes cultivos por la falta de riego. Sin embargo, don Ramón se propuso la construcción de un canal  que trajera al valle de Pirque el apreciado don del agua, extrayéndola del río Maipo, más arriba de la bocatoma de La Obra y lo logró a pesar de las inmensas dificultades técnicas y geológicas de su construcción. Este fue el canal La Sirena.

 

El agua transformó los campos de Pirque y permitió la riqueza de las viñas y el vino de tanta importancia en nuestra historia local y nacional.

 

Los lugareños al ver tanta riqueza imaginaron que era el producto del pacto entre don Ramón y el mismo demonio quien lo ayudaría a construir el canal para hacerse rico a cambio de su alma.

 

El plazo se cumplía y el demonio iba en busca del alma del enriquecido personaje.

 

Esa tarde don Ramón salió de su inmensa casona y parque en un carruaje tirado por cuatro caballos y conducido por su auriga, quien se sentaba en el pescante, aislado de su importante pasajero.

 

Al atravesar el puente de San Ramón el auriga se dio cuenta de que su carruaje no avanzaba y comenzó a guasquear a sus caballos que bufaban estrepitosamente. Sin embargo, no se movían, era como que si una extraña fuerza los detuviera en ese lugar. El campesino, preocupado, miró hacia atrás y en ese momento vio salir del carruaje a don Ramón Subercaseaux junto a un personaje alto, de bigotes en punta, totalmente vestido de negro bajándose del carruaje y perdiéndose en los laberintos de la noche. Era el demonio que había venido a cobrar la otra parte del pacto juramentado.” [16]

 

            Antes de concentrarme en el texto, considero necesario establecer las semejanzas y las diferencias, sobre todo estas últimas,  entre el mito  y la leyenda con el fin de evitar erróneas interpretaciones. A mi modo de ver, creo que no es necesario extenderse demasiado en las definiciones, descripciones y ejemplificaciones de cada uno, pues su estudio requiere un espacio que excede lo que me he propuesto, además  originaría, con toda seguridad, una digresión a la cual mejor convendría dedicarle un apéndice. Por tal motivo, sólo me limitaré a exponer los rasgos más importantes de los términos en cuestión.

           

En Los mitos. Consensos, aproximaciones y distanciamientos teóricos, el profesor Néstor Taipe señala que disciplinas como el folklore, la epistemología, la etnolingüística, la filología, etc. se han dedicado a estudiar los mitos, ofreciendo cada una de sus escuelas una definición propia, la que muchas veces se contrapone con la ofrecida por otra. Sin embargo, en dicho trabajo, después de un riguroso estudio, define al mito “en cuanto relato oral, como una práctica discursiva social sobre los acontecimientos sagrados y primordiales ocurridos en el principio de los tiempos, entre seres sobrenaturales, y que dan cuenta de la cosmogonía, de la antropogonía y del origen de algo en el mundo como los elementos naturales y los pertenecientes a los derivados de la naturaleza humana.”[17] Según esto,  y aplicando parte de la competencia que tengo al respecto, el mito corresponde a una narración situada en un tiempo primordial, anterior al tiempo histórico y como tal, a la presencia del ser humano. Es un relato  colectivo- y por ende,  anónimo debido  a que  su creación no está asociada a un autor individual- en donde se desarrollan  acontecimientos que  se articulan como un sistema de creencias sagradas, de ahí su carácter religioso, los cuales explican, a través de la intervención de personajes de carácter sobrehumano  como dioses, semidioses, titanes, gigantes, etc., algunos hechos importantes: el origen del mundo, del hombre, del bien y el mal, etc. De esto se desprende que el mito tiene un carácter universal, ya que trata de dar respuestas a trascendentales preguntas que se ha hecho el ser humano a lo largo de toda su existencia: ¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿por qué estoy aquí?,  ¿cómo se creó el universo?, entre otras.

 

Un claro ejemplo  lo encontramos en el Génesis,  en donde un Dios todopoderoso crea el cielo, la tierra y todos los seres que habitan en estos lugares.  Al respecto, siempre se debe tener  presente que el mito habla de los principios y/o causas de la creación, he aquí su carácter cosmogónico, el cual se refiere a la   explicación del origen  del mundo. El Génesis, además, posee un carácter antropogénico, o sea, narra la creación del ser humano a partir del polvo de la tierra[18].  También es importante señalar que este mito tiene características morales, pues  se  explica la existencia del bien y del mal. Recordemos cuando la serpiente (para muchos el diablo)  ofreció el fruto prohibido por Dios a Eva y ésta a Adán. 

 

            En cuanto a las leyendas, éstas corresponden a relatos, en un principio orales, de una historia sobre el origen de un personaje, una institución o cualquier elemento natural o cultural que forma parte de una tradición. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española corresponde a una  “relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos”[19]. Se  presentan, al igual que los mitos, como historias verídicas y con una función etiológica, es decir, explica la causa o el principio de algo, por ejemplo el de un volcán o del poder político de determinado  linaje o raza. Sin embargo, a diferencia de los mitos, muchas poseen elementos históricos y las acciones que se narran se desarrollan por personajes en lugares que son claramente reconocibles por los receptores, tal como lo afirma García de Diego “una narración tradicional fantástica esencialmente admirativa, generalmente puntualizada en personas, época y lugar determinados"[20]. Otra característica que también comparten con los mitos es la presentación de hechos y personajes sobrenaturales como brujos, diablos, seres alados, etc.

 

            Un claro ejemplo de todo lo que hemos expuesto lo encontramos en la leyenda “El pacto del diablo con don Ramón Subercaseaux”, en donde se le atribuye al demonio el origen de la riqueza natural del valle de Pirque. Los elementos históricos que  encontramos en ella son principalmente  el canal La Sirena (actual canal Pirque), construido, según diversas fuentes consultadas en 1834[21], y la presencia del personaje llamado Ramón Subercaseaux, quien  nació el  10 enero del año 1790 en la aldea Nancoto y falleció  el 30 octubre de 1859 en la ciudad de Santiago. Este importante señor, primero se destacó como comerciante en La Serena, después se estableció en Valparaíso, donde tuvo su casa de comercio, luego adquirió la hacienda Pirque y posteriormente compró El Llano que lleva su nombre y el Colmo. También fue  uno de los principales accionistas del Ferrocarril de Valparaíso a Santiago. Senador entre los años 1840 y 1849, y  desde el año 1852 hasta el año 1861[22].Un personaje con gran poder económico, político y social como se infiere.

 

            Como más arriba se indicó, la leyenda posee lugares que son perfectamente identificables y ello debido a su temática localista, a diferencia del mito que responde a preguntas trascendentales de la humanidad. En este caso,  el espacio que actualmente corresponde a una de las comunas de la Provincia Cordillera y que conocemos con el nombre de Pirque.

 

            Si ahora nos concentramos en el origen y el desarrollo del relato en cuestión, puedo afirmar que  ocurren por razones que se interrelacionan entre sí. La primera de ellas es mencionada en forma explícita por el texto y se debe  al “asombro de quienes aún no creen que las aguas del canal La Sirena puedan  ascender por las laderas de los cerros para regar el valle de Pirque”. Efectivamente, antes de introducir la leyenda, hablé del  trabajo sobrehumano  que se debía realizar para desviar las aguas maipinas hasta la hacienda pircana. Nunca fue una tarea fácil, alguna extraña presencia actuó en la construcción del cauce. Así fue, qué duda cabe, si hasta la misma “Asociación de Canalistas del Canal de Pirque” habla sobre la participación de fuerzas sobrenaturales:

 

 La leyenda cuenta que don Ramón decidió construir un canal para regar la Hacienda de Pirque (hasta el sector de Santa Rita). La labor era una empresa de proporciones para la época, por lo que, se dice, don Ramón decidió hacer un pacto con el diablo, quien le ayudaría a terminar el canal, a cambio de su alma. Así, entre los obreros empezó a circular el rumor de que durante las noches el diablo trabajaba en la construcción y terminación del canal sin descanso.”[23]

 

             La segunda razón, según mi parecer, se encuentra gatillada por la impensada transformación que  sufrió Pirque que, como ya se mencionó, pasó de tierras de secano a nutritivos campos.

 

 “(…) obra osada  i perfectamente conducida desde la boca – toma hasta la Puntilla de San Juan que es donde comienza a regar los terrenos de la hacienda. Gracias a él esta posesión se halla al presente completamente transformada, en vez de desiertos e incultos montes i de áridas i pedregosas llanuras se ven ahora vastas y estensas campiñas de verdes pastos o amarillas mieses, orladas de grandes hileras de álamo  que formando interminables i umbrosas alamedas permiten al viajero contemplar libre del calor de un sol de verano, los prodijiosos efectos producidos por las fecundas aguas del Maipo.”[24]

 

            La leyenda “El pacto del diablo con Ramón Subercaseaux” señala que El agua transformó los campos de Pirque y permitió la riqueza de las viñas y el vino de tanta importancia en nuestra historia local y nacional” a la que también debemos sumar su carácter internacional, ya que el 2012 la más importante de sus viñas, Concha y Toro fue “reconocida como “La Marca de Vinos Más Admirada del Mundo””[25] y  en la actualidad “es el principal exportador de vinos de Latinoamérica y una de las marcas vitivinícolas más importantes a nivel mundial. Desde 2001, la compañía forma parte del Club des Marques (Club de Marcas), transformándose en la única viña latinoamericana que integra esta asociación, la cual reúne a las marcas más destacadas de la industria vitivinícola mundial.”[26] Motivos, entre  otros varios, por los cuales muchos consideran a  Pirque  “La Capital del vino”[27]. No está de más decir que  muy ansiosos esperamos el mes de abril para celebrar la Fiesta del Vino de esta comuna. ¡Salud! Lo siento, no lo pude evitar.

 

             La pregunta inevitable que surge en estos momentos es: ¿Por qué, entonces,  no se le atribuyó la obra a Dios, quien por medio de Jesucristo ayudó al señor Subercaseaux Mercado? Creo que por la sencilla razón de que, tal cual lo señala La Sagrada Biblia, no se puede amar a Dios y al dinero:

 

“Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; /  porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos  dolores. /  Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.”[28]

 

  “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”[29].

 

     No tengo la menor duda de que dichos pasajes se les enseñaban a los innumerables peones en las capillas a través de las periódicas misas  costeadas por quien se convirtió en un hombre poderosamente rico, el que incluso en un determinado momento se adueñó de todas estas tierras y de sus aguas “Hubo una época en que Pirque pertenecía  hasta tal punto a los Subercaseaux, que Don Ramón hizo poner una puerta, candado y cadena en el puente que lleva su nombre”[30] con el fin de evitar robos y saqueos. Seguramente, alguna vez algún parroquiano le preguntó por la situación y conducta de su patrón a quien oficiaba  la ceremonia, o por temor a perder su empleo, lo hizo mientras se confesaba, ante lo cual el presbítero respondía que contra los propósitos de la Divina Providencia estaba prohibido  atentar, pues ella sabía por qué hacía las cosas y todos debían aceptarlas, sin excepción alguna. Insistía en que los campesinos debían preocuparse solamente de trabajar la tierra  para el dueño,  que  ayudaba con la producción del país, y cuyo aporte  iba para el estado, quien entregaba puntualmente el diezmo a la Santa Iglesia Católica. El labrador, inquieto y disconforme con la respuesta obtenida, le recordaba lo aprendido en las misas, pero el cura, por su parte, le decía, con el fin de tranquilizarlo, que no se preocupara, ya que Dios se encargaría del juicio final e incorporaba a su discurso religioso otros pasajes bíblicos, como los que cito a continuación:

 

 No juzguéis, para que no seáis juzgados. /  2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. /  ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? /  ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? /  ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”[31]

 

    Finalmente,  le recordaba que gracias a la labor de Ramón Subercaseaux Mercado, iluminado por Dios, ellos tenían trabajo. Sin embargo, el campesino, que solo pedía lo justo, no quedaba satisfecho con la plática y salía de la capilla a reafirmar el rumor de la estrecha relación entre el diablo y el magnate de Pirque, rumor que con el paso del tiempo se convirtió en leyenda y cuyos efectos llegaron hasta el día de hoy, y de los cuales, obviamente, también se hicieron parte sus familiares, como su nieto Julio Subercaseaux, quien de esta manera lo recuerda:“(…) una vez un capataz nos mostró un banco de piedra partido por un rayo y nos dijo que ahí el diablo se había sentado con el patrón don Ramón, mi abuelo”[32]

 

Volviendo al texto en donde aparece la leyenda que nos interesa, ahora conviene hablar de su desenlace. Ya se dijo que la leyenda surge de la oralidad, y como bien sabemos al ir compartiéndose por este medio, de interlocutor en interlocutor a través del tiempo, algunos van “poniéndole de su propia cosecha”. De esta manera, encontramos distintas variantes, o  diferentes versiones y “El pacto del diablo con Ramón Subercaseaux”, obviamente, no escapa a esta situación. En él aparece que después que salió de su casona[33], y mientras  atravesaba el puente, actualmente conocido como San Ramón, el  carruaje  se detuvo, y el demonio, quien es descrito como “un personaje alto, de bigotes en punta, totalmente vestido de negro”[34]  salió del vehículo para cobrar la palabra y  llevarse su alma. Pero también  existe otro final, en donde aparece que un carruaje negro, guiado por jamelgos con alas, desciende al mismo puente para buscar al Sr. Subercaseaux. Patricia  O’ Shea Lecaros afirma que  a este personaje tan importante para la historia pircana se le atribuye un pacto con el Diablo, “Aunque las razones que tuviera  (…) varían según  a quienes le pregunte (en general, se dice que fue para que Pirque prosperara), lo que sí se cuenta es que mientras éste cruzaba el río Maipo, un carruaje negro con caballos alados descendió a buscar a don Ramón”[35]. Esta misma situación se reitera en la novela El Chupacabras de Pirque, en donde  la bruja Melisa le dice a Ricki y a su primo Dante lo siguiente:

 

“-Pues les contaré que hace mucho más de cien años, el Marqués de Concha y Toro le vendió su alma al Diablo por preservar una bodega de vinos. No querrán  saber ustedes  lo que sucedió allí. Pero eso no es todo. Años después, el señor Ramón Subercaseaux también hizo un pacto con Lucifer y dicen que cierto día al cruzar el río Maipo, un carruaje negro con caballos alados  descendió a buscar a don Ramón”[36].

 

            Permítaseme la libertad de aplicar el concepto de veracidad al fragmento  que acabo de citar para indicar que el ente ficticio y creo que con él, su autores cubanos, el escritor Pepe Pelayo y el ilustrador Batán, incurren en un  desacierto, ya que se afirma que el señor Ramón Subercaseaux estableció un trato con Lucifer después que lo hiciera con Melchor Concha y Toro, ¡craso error histórico!, pues, si mal no recuerda, los inicios de la construcción del canal La Sirena datan del año 1834, mientras que la leyenda del Casillero del Diablo, introduce como fecha el año 1883[37]. Comprendo que la bruja no quiera asustar a Ricki y a Dante, por eso decide no contarles  la historia de lo que sucedía en la bodega de vinos,  a diferencia de todos nosotros, que sí nos interesa saber lo que ocurrió en dicho lugar. Pero esto queda reservado para un estudio posterior, en donde se analizará el “Casillero del Diablo: La leyenda del vino”.  Por ahora solo me interesaba concentrarme en la presencia del diablo en el canal Pirque y en  profundizar  con un relato de nuestra Provincia Cordillera el párrafo de Oresthe Plath que habla sobre las “Leyendas del diablo”:

 

“El pueblo, a la vez, recuerda en Chile a numerosas personas que han vendido su alma al Diablo y que se han salvado de los pactos  valiéndose de sus respectivas contras.  De aquí, según el pueblo, los terrenos de rulo que de la noche a la mañana se convierten en fértiles  campos de plantío y la prosperidad de la hacienda  o el éxito de los negocios de muchas personas de las cuales se da el nombre”[38]

 

            Como puede apreciar, queridísimo(a) lector(a), ahora le corresponde a usted aplicar los contenidos expuestos en este trabajo al texto anteriormente citado. ¡Que lo disfrute!

Continuará...



[1] Erróneamente, algunos llaman a este puente Ramón Subercaseaux. Ver, por ejemplo,  O’Shea Lecaros, Patricia. Pirque de Hoy y Mañana. En Antología de Pirque. Ilustre Municipalidad de Pirque. Santiago – Chile. 1982. p. 171.

[2]La persona, objeto, animal, situación, lugar, etc. que origina los sentimientos manifestados por el ser ficticio  En este caso el objeto lírico corresponde a un lugar llamado Pirque.

[3] “¿Y el domingo?” Se preguntará el lector. Este día lo dedica a su familia en Puente Alto.  Al acceder al Facebook de Rosa Caro nos damos cuenta de lo importante que es la familia para ella, pero, obviamente, no les daré éste, con el fin de mantener su “privacidad”.

[4] De La Vega, Garcilaso  (1501? – 1536), Égloga I. En Poesías Completas. Alianza Ed. p. 80.

[5] Subercaseaux, Benjamín. Chile o una loca geografía. Editorial Universitaria. Santiago de Chile. Undécima edición.1995. p. 114.

[6] Ver www.pirque.com/rio_clarillo_reserva_nacional.php

[7] Ruiz – Tagle, Carlos. En “Prólogo de Antología de Pirque”, p.10.

[8]Fernández, María Adriana. Aspectos de Pirque. p. 20.

[9] Como puede apreciar no le queda otra opción que leer este libro en forma completa. Poco a poco voy a ir exigiendo un rol más activo por parte suya.

[10] Pelayo, Pepe y Betán. El Chupacabras de Pirque. Alfaguara. Cuarta edición. 2005p. 10.

[11] Ibíd. p. 22.

[12] Ruiz Tagle, Carlos. Op. Cit. pp. 10-11.

[13] Miquel, Manuel. “El Canal de Pirque”. En Antología de Pirque. Ilustre Municipalidad de Pirque. Santiago – Chile. 1982. p. 57.

[14] Miquel, Manuel., Op. Cit. p. 57- 58.

[15] Ver www.canaldepirque.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=12&Itemid=27

 

 

[16] Esta leyenda me la facilitó el Licenciado en Historia. David Valenzuela Mardones.

[17] Ver www.ugr.es/~pwlac/G20_16NestorGodofredo_Taipe_Campos.html

[18] Génesis 2: 7-8 En www.bibliaonline.net/biblia/?livro=1&versao=54&capitulo=&leituraBiblica=&tipo=&ultimaLeitura=&lang=es-AR&pag_ini=30&cab =

[19] lema.rae.es/drae/?val=leyenda

[20] García de Diego, Vicente. Antología de leyendas. Barcelona, Labor, 1953.

[21] www.pirque.com/historia_de_pirque.php

es.wikipedia.org/wiki/Pirque

www.tesorosdechile.cl/casona-y-pirque

www.pirque.cl/turismo/contenido.php?id=4&idioma=0

www.biblioredes.cl/bibliotecas/4150/noticias/7122

[22] Véase  en www.genealog.cl/Chile/S/Subercaseaux/ Sabemos que Ramón Subercaseaux Mercado falleció en 1859, por lo tanto, se deduce que fue senador hasta su muerte.

[23] http://www.canaldepirque.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=12&Itemid=27

[24] Op. Cit. p.

[25] Véase www.conchaytoro.com/web/la-compania/historia/?lang=es

[26] Cita extraída de los folletos que entrega la viña.

[27] www.pirque.com/fiesta_del_vino.php

[28] 1ª Timoteo 6: 9 -11 en www.bibliaonline.net/biblia/?livro=54&versao=54&capitulo=&leituraBiblica=&tipo=&ultimaLeitura=&lang=es-AR&pag_ini=90&cab=

[29] Op. Cit. Mateo 6:24

[30] Antología de Pirque. p. 11.

[31]Op. Cit.  Mt 7, 1-5

[32] Subercaseaux, Julio Reminiscencias. Antología de Pirque. p. 73.

[33] En la casona que Ramón Subercaseaux mandó a construir en 1830 hoy se encuentra el restaurant Tesoros de Chile. Ver www.tesorosdechile.cl/nosotros

[34] Características que se repiten en otras leyendas, como verá en posteriores estudios.

[35] Antología de Pirque. p. 171.

[36] Op. Cit. p. 46.

[37] Existe un blog en Internet, blog.uvinum.es/leyenda-casillero-diablo-852566, el cual sorprendentemente, después de ofrecer el comercial afirma en forma errónea que  La leyenda empieza a mediados del siglo XIX (1871), cuando Don Melchor de Concha y Toro, dueño y fundador de la Viña Concha y Toro (Chile), reservaba sus mejores botellas de vino para él y sus allegados, pero estas joyas embotelladas desaparecían extrañamente, a pesar que eran guardadas bajo llave.”

[38] Plath, Oreste. Geografía del mito y las leyenda chilenos. Santiago de Chile. Grijalbo, 2000. p.79.

 


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